sábado, 21 de marzo de 2020

Huevo

Me arrancaré la angustia en forma de palabras que se desprendan de mí como endometrio.
Sangraré dolor y volveré a reconstruírme para sangrar de nuevo al mes siguiente.
Seré recipiente. Incubadora. Huevo.
Mi cáscara se romperá de dentro a afuera para dejar salir el abominable engendro del abuso.
De dentro a afuera se volteará mi piel para descubrir un tejido igual de sensible, igual de vulnerable, y con las manos lanzaré mis vísceras a las alimañas para que se alimenten, hasta quedar vacía.
Y cuando, todavía hambrientas, pidan más, las amamantaré con el odio líquido de mi pecho.

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