sábado, 13 de marzo de 2010


Acompañada del pánico
rompo el velo que separa
tu corazón del mío,
buscando algo,
pero mis manos solo hallan
un tacto frío.
Miro tus ojos, de llanto
ahora vacíos, al alba
que un tiempo atrás compartimos
pensando en qué he fallado
y cuáles serían las palabras
para curar tu martirio.
De todas formas, tu halo
se ha ido con tus alas,
así que tendremos que dormir en el vacío
que nos arropa susurrando
en esta noche sin estrellas
que trae por fin nuestro alivio

1 comentario:

Pequena Lila dijo...

non podo crer este regreso!